sábado, 25 de enero de 2014

Serralves

Junto al museo de Serralves, en Oporto, hay una extensión de terreno grande con árboles y una granja.
Miguel Torga dice de la ciudad:
"Entro [en Oporto] tiritando de frío, lo cruzo mojado por la niebla, busco habitación y me acuesto al calor de esa vieja y casta pasión que nos une. Al día siguiente, por la mañana, me levanto, compro el periódico, sigo viaje y mi visita anual y discreta se acaba.
De vez en cuando pierdo la cabeza, altero los horarios habituales y voy al museo Soares dos Reis a ver a Pousao, paso por la iglesia de San Francisco, o cojo un tranvía y doy la vuelta al mundo, bajando a la Foz por el paseo marítimo y subiendo por Boavista. Pero es raro. Lo normal, lo que está siempre en el programa, es pasar sólo la noche, como he dicho."

1 comentario:

  1. Lo que más me apetece al ver el dibujo es salir corriendo y saltar la valla.

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